Ciclo de tipos de interés, beneficios bancarios y OPAs.
El optimismo con el que terminó 2023 y empezó 2024 pronosticando varias bajadas de los tipos de interés en la Eurozona, se ha ido enfriando conforme es patente la dificultad de reducir significativamente la tasa de inflación al 2%, pero también considerando que las recesiones técnicas (2 trimestres consecutivos de caídas inter trimestrales del PIB) existentes en varios países europeos (Alemania, UK, Irlanda…) no están yendo a más, con lo cual, no es necesario utilizar política monetaria para evitar una recesión mayor.
Nos acercamos a un momento en que es más probable que se produzca la primera bajada de los tipos de interés oficiales que será en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE o bien del día 6 de junio o la del 18 de julio. En cualquier caso, tanto los bancos como las empresas y autónomos siguen adaptándose al escenario actual en el que los tipos de interés seguirán estando altos por más tiempo y ante restricciones crediticias relevantes.
En este sentido, los últimos datos de evolución del crédito nos muestran la concentración de las nuevas operaciones en plazos de hasta un año y por cuantías inferiores a 250.000 euros. Por el lado de la oferta, los bancos tienen una alta incertidumbre sobre dónde se van a colocar los tipos de interés a largo plazo, mientras que por el lado de la demanda, las empresas y profesionales atienden lo que son necesidades estrictas de circulante y siendo muy prudentes con el endeudamiento conforme vayan teniendo más certidumbre sobre los beneficios en los próximos años y, por tanto, su capacidad de autofinanciarse.
Así, según los últimos datos publicados por el Banco de España, hasta marzo se han firmado nuevas operaciones crediticias por un importe de 36.109 millones de euros, una cifra ligeramente superior a la del mismo período de 2023. La inmensa mayoría (el 95,36%) son operaciones cuyo vencimiento es hasta un año. En el otro extremo, las nuevas operaciones de más de un millón de euros también se incrementan prácticamente en la misma cuantía que las de menos de 250.000 euros (36.180 millones hasta marzo), pero muy lejos de lo que se concedía en el mismo período del año anterior (42.094 millones).
El ritmo de firma de nuevos créditos es inferior a las amortizaciones de créditos existentes. El saldo vivo de crédito empresarial a marzo ligeramente repuntó con respecto a enero y febrero, pero sigue siendo inferior al cierre de 2023. Concretamente, a marzo hay 460.222 millones de euros concedidos mayoritariamente a plazos superiores a 5 años (53,04%). El stock de crédito está en caída libre desde hace más de una década (apenas hubo dos años de crecimiento por los préstamos de la pandemia), y es una tendencia que probablemente continúe en los próximos meses.
En esta coyuntura de tipos de interés altos, baja remuneración de los depósitos y reversión de los deterioros de las carteras crediticias porque la situación económica al menos no ha empeorado significativamente, está haciendo crecer las cuentas de resultados de los bancos en España. En cifras totales, los márgenes bancarios están subiendo, lo cual junto a unas mejores expectativas a futuro descontadas por el mercado y el mantenimiento por más tiempo de unos tipos de interés altos, ayuda a que los bancos paguen más dividendos a los accionistas y decidan preparar movimientos corporativos para sortear futuras dificultades a medio y largo plazo.
Por eso, en este momento se plantea la OPA hostil de BBVA sobre Banc Sabadell. Más allá de algunas lecturas de interés (momento político, posición de los reguladores, opinión de los accionistas de ambas entidades, juegos de interés entre actores como abogados, consultores, banqueros de inversión, entre otros), una cuestión fundamental es el resultado en términos de servicio y competencia para empresas y autónomos. Entidades más grandes tienen más restricciones al acceso a productos y servicios más pegados al día a día, además de tener una misión más importante como es intentar buscar todos los espacios de mejora de la rentabilidad tanto sobre fondos propios como sobre capital invertido.
La banca sigue siendo un negocio de una escasísima rentabilidad (el margen de intereses es apenas un 1,4% del total de los activos medios) que ha podido subir porque los tipos de interés han crecido. Con lo cual, la única salida es la de ganar tamaño, aunque esto suponga problemas por el lado de la demanda (empresas y particulares). Más allá de esta operación concreta, es una tendencia de fondo en los próximos años.
Nos acercamos a un momento en que es más probable que se produzca la primera bajada de los tipos de interés oficiales que será en la reunión del Consejo de Gobierno del BCE o bien del día 6 de junio o la del 18 de julio. En cualquier caso, tanto los bancos como las empresas y autónomos siguen adaptándose al escenario actual en el que los tipos de interés seguirán estando altos por más tiempo y ante restricciones crediticias relevantes.
En este sentido, los últimos datos de evolución del crédito nos muestran la concentración de las nuevas operaciones en plazos de hasta un año y por cuantías inferiores a 250.000 euros. Por el lado de la oferta, los bancos tienen una alta incertidumbre sobre dónde se van a colocar los tipos de interés a largo plazo, mientras que por el lado de la demanda, las empresas y profesionales atienden lo que son necesidades estrictas de circulante y siendo muy prudentes con el endeudamiento conforme vayan teniendo más certidumbre sobre los beneficios en los próximos años y, por tanto, su capacidad de autofinanciarse.
Así, según los últimos datos publicados por el Banco de España, hasta marzo se han firmado nuevas operaciones crediticias por un importe de 36.109 millones de euros, una cifra ligeramente superior a la del mismo período de 2023. La inmensa mayoría (el 95,36%) son operaciones cuyo vencimiento es hasta un año. En el otro extremo, las nuevas operaciones de más de un millón de euros también se incrementan prácticamente en la misma cuantía que las de menos de 250.000 euros (36.180 millones hasta marzo), pero muy lejos de lo que se concedía en el mismo período del año anterior (42.094 millones).
El ritmo de firma de nuevos créditos es inferior a las amortizaciones de créditos existentes. El saldo vivo de crédito empresarial a marzo ligeramente repuntó con respecto a enero y febrero, pero sigue siendo inferior al cierre de 2023. Concretamente, a marzo hay 460.222 millones de euros concedidos mayoritariamente a plazos superiores a 5 años (53,04%). El stock de crédito está en caída libre desde hace más de una década (apenas hubo dos años de crecimiento por los préstamos de la pandemia), y es una tendencia que probablemente continúe en los próximos meses.
En esta coyuntura de tipos de interés altos, baja remuneración de los depósitos y reversión de los deterioros de las carteras crediticias porque la situación económica al menos no ha empeorado significativamente, está haciendo crecer las cuentas de resultados de los bancos en España. En cifras totales, los márgenes bancarios están subiendo, lo cual junto a unas mejores expectativas a futuro descontadas por el mercado y el mantenimiento por más tiempo de unos tipos de interés altos, ayuda a que los bancos paguen más dividendos a los accionistas y decidan preparar movimientos corporativos para sortear futuras dificultades a medio y largo plazo.
Por eso, en este momento se plantea la OPA hostil de BBVA sobre Banc Sabadell. Más allá de algunas lecturas de interés (momento político, posición de los reguladores, opinión de los accionistas de ambas entidades, juegos de interés entre actores como abogados, consultores, banqueros de inversión, entre otros), una cuestión fundamental es el resultado en términos de servicio y competencia para empresas y autónomos. Entidades más grandes tienen más restricciones al acceso a productos y servicios más pegados al día a día, además de tener una misión más importante como es intentar buscar todos los espacios de mejora de la rentabilidad tanto sobre fondos propios como sobre capital invertido.
La banca sigue siendo un negocio de una escasísima rentabilidad (el margen de intereses es apenas un 1,4% del total de los activos medios) que ha podido subir porque los tipos de interés han crecido. Con lo cual, la única salida es la de ganar tamaño, aunque esto suponga problemas por el lado de la demanda (empresas y particulares). Más allá de esta operación concreta, es una tendencia de fondo en los próximos años.
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05-2024